Piezas bipolares

Érase una vez un espejo bipolar. Era tan bonito y tan dorado, que cuando había calma, se quedaba en la pared haciendo de espejo y cuando venían invitados y hacía falta una bandeja grande, se echaba a la chepa una copa verde monísima, una jarra de agua con limón (vale, algunas veces gin tonics) y se armaba la fiesta.

Esta maravilla es de @leroymerlines, regalo de nuestra amada @mirasens. Visitad su cuenta si queréis flipar con sus fotos y su casa.

¿Vosotras tenéis en casa piezas a las que le deis un uso distinto al real? Contadnos en comentarios, que nos encantan vuestras ideas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *